jueves, 9 de abril de 2009

Madera



Un árbol
apacentó los días
hacia altas pampas sin declive

y los detuvo
entre cuajar en ágata
o prorrumpir en ola.

Envidio esta victoria
esta madera
que toco y no comprendo

cómo
en tibias estatuas
en las vetas
permanecen los ríos

y hondos aún
los nudos
donde anclaban las ramas
cabeceando
con el peso de nidos

y canciones fugaces.

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